La vida se hizo para disfrutarla y no para aburrirse


La vida se hizo para disfrutarla y no para aburrirse de ella. Se hizo para vivir los momentos alegres y tristes; vivir al máximo, ganando experiencias de lo bueno y de lo malo que ambas nos ayudan a ser fuertes, nos ayudan a superarnos, a ser cada día mejor.

Tenemos que aprender a sacar provecho de todo y no quedarnos aferrados solamente en algo que dejó marcada nuestra vida, en heridas, que solo volver a recordarlas nos siguen hiriendo, nos siguen haciendo daño, nos siguen creando conflictos emocionales que no nos dejan superar. "No hay problema que dure 100 años ni cuerpo que lo resista." Mientras no hagamos nada para sanarlas seguiremos arrastrando el pasado no para bien, sino para mal, seguiremos viviendo en tinieblas, seguiremos con los conflictos emocionales, seguiremos teniendo un vacío en nuestra vida el cual buscaremos llenarla con emociones, con la primera que se nos presenta en la vida. Tenemos que aprender a no desquitarnos con los demás porque ellos no son culpables de nuestros propios actos, no son culpables de lo que nos pasa.

Parte de la vida, parte de un buen desarrollo emocional también consiste en saber decidir y no lamentarse después. Siempre digo que cuando uno decide es lo correcto porque lo está decidiendo uno mismo y no terceras personas. Tenemos que aprender a ser ciudadanos de bien que sabemos afrontar nuestros actos y no correrse de ellos. Ser suficientemente maduro consiste en ser consciente y consecuente con lo que decidimos, de nuestros actos y no de el los demás. Hay que aprender a dejar fluir los problemas dejarles pasar y no que circulen todos los días en uno mismo sin darles una salida. No es bueno guardar rencor eso afecta la salud.

Hay que vivir la vida al máximo con responsabilidad y prudencia.

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