La Hormiga y el Ratón Eusebio





Qué si no conozco la vida??? La verdad no sé qué responderte, dijo la hormiga… Qué me falta vivir??? Quizá tengas toda la razón; todos tenemos derecho a pensar y expresarse de manera personal siguió respondiendo la hormiga al ratón Eusebio.

Sabes Eusebio, cuántas veces he caído y me he vuelto a levantar. Dicen que el sufrimiento te hace fuerte, yo he caminado días tras días para llegar a conseguir el agüita de este manantial. De tanto caminar, tropezar, caer ya soy una hormiga fuerte, ya soy una hormiga roca. Sabes, siguió hablando la hormiga, tengo una colonia de hormigas que me ayudaron a crecer, sí, me enseñaron a ser fuerte, a valerme por mí mismo, a no temer a los osos que andan por ahí buscando devorarnos. Como nos creen inofensivos, solo nos ven como un rico y saciado platillo. Eso no es todo ratón Eusebio, desde que era una larva, hasta ahora, que estoy en plena juventud he ido adquiriendo mucha experiencia, gracias a mis pequeños y grandes problemas, como por ejemplo ganarle la contienda al oso Salomón, que solo quiere devorarnos. En un principio con tan solo escuchar su nombre me cohibía, me temblaban y retemblaban mis pobres patitas y no quería salir de mi hormiguera. Emocionalmente me estaba frustrando, pero ahora lo he superado, lo he solucionado yo sola porque he tenido la necesidad de hacerlo ya que no había otra solución. Tenía que aprender y ser maestra de mi propia vida, a no depender de las demás, de eso dependía mi presente y de cómo lo esté haciendo hoy y no ayer dependerá mi futuro. Así es Eusebio. Tú no sabes por todo lo que he tenido que pasar, no sabes cuántas lágrimas he derramado para poder llegar hasta acá. Este camino no es fácil, tiene muchos baches, muchas curvas, muchas tramos inseguros rodeado de grandes animales devoradores, es un recorrido inmenso pero aprendí a caminar sola, a levantarme y seguir avanzando. Ahora estoy aquí vivita y coleando, con muchos ánimos para seguir adelante.

Bueno ratón Eusebio, ya me tengo que ir, que todavía me falta caminar, aún no llego a la meta, pero antes de partir te pregunto algo ¿y tú qué haces? ¿Qué estás aprendiendo de todo lo que te tocó a vivir hasta ahora? Concéntrate en ti mismo y no en los demás. No dejes que tus inseguridades, tus temores te hagan vivir preso y no puedas disfrutar de este hermoso paisaje, de lo hermoso que es la vida, con sus altos y bajos. Si tú no vives, si tú no te equivocas nadie lo hará por ti y no aprenderás a defenderte por sí mismo, no sabrás lo que significa vivir, que es única y hay que vivirla al máximo y por ende solo te encargarás y te fijarás en los demás y nunca serás feliz porque ni eso sabrás qué significa. Hasta las próxima, tu amigo la hormiga. 

Comentarios

  1. ¿Te importaría que utilizase este cuento en un curso de gamificación?

    ResponderEliminar
  2. Hola #Jerby. Por mi encantado que utilices este cuento. Saludos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, aquí tienes el enlace:

      http://plejerby.blogspot.com.es/2016/10/diario-mision-explorar-diverger.html

      Eliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Soy lo que soy...

Era el café... Sí... era el café